Del relato que hizo en Iragi destaca su entrada por México, el contacto con los hermanos Urrels, su alistamiento en el ejército estadounidense y su dedicación posterior al transporte de madera.
La vía de entrada a California por México obedece al momento histórico: “El viaje de los pastores vascos se realizaba en barco hasta Nueva York, y de allí en ferrocarril hasta su destino. Hubo otra, menos tradicional, vía México”.[1] La entrada por Nueva York estaba vedada para este fugitivo indocumentado. México se hizo una opción más atractiva en el intervalo de tiempo en el que llega, dada su receptiva acogida a los refugiados republicanos.
Su objetivo es California. Su rasgo distintivo, frente a otros miles de refugiados, era el contacto con los hermanos del pastor de Banca, residentes en las Américas, un lazo familiar que se mantenía entre aquellos emigrantes y su tierra de origen.
La emigración vasca a EE. UU. nutrió de pastores el norte californiano, vertebrado por la carretera interestatal n.º 5, con ciudades como Alturas, Redding, Red Bluff o Chico, y extensos bosques protegidos, como el Modoc o Lassen National Forest.
Modoc County es uno de esos condados, fronterizo con Nevada y Oregón. Un área montañosa de 10 886 km2, similar a Navarra. Un lugar escasamente poblado, con 7900 habitantes en 1940. Su apartada localización llevó a ubicar allí un campo de internamiento de americanos de origen japonés durante la II Guerra Mundial. Su actividad principal fueron los ranchos ganaderos de vacuno y ovejas, y más tarde la explotación maderera. En poblaciones como Alturas, Cedarville o Fort Bidwell, se asentaron diversas familias procedentes de Banca, como los Urrels, Laxague, Itçaina, Erramuzpe, Carrica…
Jean (Banca, 1896 – Cedarville, 1950), y Michel Urrels (Banca, 1897 – Cedarville, 1971), dejan el caserío en los primeros años del siglo XX para iniciar una nueva vida, pero no perdieron contacto con sus raíces. En 1956 Michel visita el caserío familiar.
Estos amerikanuak eran apreciados por su conocimiento del pastoreo y su laboriosidad. Afrontaban unas duras condiciones de trabajo a cargo de enormes rebaños de ovejas que mudaban de lugar en busca de pastos. Pero las circunstancias del país cambiaron: el asentamiento progresivo de rancheros entró en conflicto con el pastoreo itinerante y el desempleo masivo en los años treinta de la Gran Depresión agudizó la animosidad contra aquellos foráneos. La antigua estima se mezcló con el rechazo, que tuvo su reflejo en la actuación de los poderes públicos entre 1924-1940.
La creación de las reservas forestales, los bosques nacionales, retiraron a ese modelo de libre pastoreo inmensas extensiones de tierra pública. La National Origins Act de 1924 impuso cupos para la inmigración, restringiendo los visados: “[…] después de 1924 les era prácticamente imposible entrar legalmente en los Estados Unidos a casi todos aquellos vascos españoles que no tenían parientes cercanos. Muchos entraban ilegalmente, eran cogidos y deportados”.[2] La Taylor Grazing Act, de 1934, cerró las tierras de propiedad pública al pastoreo trashumante, favoreciendo el alquiler de terrenos a ciudadanos norteamericanos que fuesen propietarios de un rancho.
Los Urrels se adaptaron a los cambios.
Michel accede a la ciudadanía americana en 1935 y se hace propietario de un rancho en Fort Bidwell, en el que trabaja Jean. En 1941 se trasladan a Cedarville, donde adquieren otro rancho, si bien su trabajo de pastores los lleva en los años cincuenta a Nevada: a Gerlach, Peavine Mt. y al condado de Humboldt, extensas zonas inhóspitas, donde según rumor que circulaba entre los pastores, hasta Dios se extraviaba en ocasiones. Otro hermano Urrels sufrió la restricción de visados. Llega en 1937, pero se ve obligado a regresar y afincarse en Alduides.
En paralelo a la fortuna de estos pastores, la industria ovejera estaba en declive en California: se pasó de 7,5 a 1,7 millones de ovejas entre 1880 y 1940. El número de ovejas que pastaban en las tierras públicas de Modoc Forest descendió a un tercio entre 1922 y 1940 (W.S. Brown, 1945). Una aguda decadencia. El modelo que había atraído a los pastores vascos durante décadas cerraba un ciclo. Tendría un nuevo auge entre 1957-1970, pero hacia 1940 necesitaron abrirse a otras actividades como, acorde con los tiempos, el alistamiento militar.